ATRAPADOS POR LA PORNOGRAFIA

Esta es la primera parte de una serie que comienzo a compartir con ustedes y esta principalmente enfocada a las cosas que necesitamos vencer. Es cierto que como creyentes en Cristo, hemos sido salvos, pero tambien es cierto que no somos perfectos y que hay areas de nuestra vida que aun necesitan ser atendidas; y no porque a Dios le haya faltado poder para darnos victoria en esas areas, sino porque algunos por nuestra propia voluntad nos hemos descuidado y hemos metido el pie en la trampa por cuenta propia.

ATRAPADOS es un vistazo y reflexion a diferentes areas de la vida del cristiano, areas infectadas de pecado que cada uno necesitamos traer delante de Dios para ser perdonados, victoriosos y libres. Así que sin mas preámbulos iniciemos.

ATRAPADOS POR LA PORNOGRAFIA

Actualmente se cree que el pecado secreto numero uno dentro de la Iglesia es la PORNOGRAFIA. Algunas encuestas de las que he sabido, dicen que al menos el 50 por ciento de los creyentes que tienen acceso a internet ven pornografía al menos una vez al mes y es tan grave este problema que incluso 3 de cada 10 PASTORES son adictos al material pornografico. La pornografia es una telaraña tan pegajosa que solo toma 2 minutos para que te la pongas y 20 años para que te la quites, ¿no es cierto? La verdad es que todos somos adictos en potencia a la pornografía y la aparición de internet vino a permitir que la difusion de esta clase de material sea articulo de muy facil acceso, atras quedaron los dias cuando solo se podían conseguir  por medio de revistas y películas expendidas en lugares específicos y solo eran vendidas a mayores de edad. Hoy la palabra numero UNO  en las búsquedas por internet es la palabra SEX en ingles; o SEXO en español y lo mismo sucede en cada idioma en todo el mundo.

Las consecuencias de la adicción a la pornografía han derivado en muchos males para la gente, matrimonios lastimados o destruidos y en enfermedades; y en los creyentes ademas de eso, en derrota, vergüenza y perdida de poder espiritual. Esta adicción es como un agujero negro que se traga toda virtud y bendición provenientes de Dios.

Pero no nos ocupemos de los asuntos de la gente del mundo, por esta ocasión ocupémonos de creyentes en Cristo. ¿Que hay de ti mi querido hermano(a) que lees estas lineas? ¿Estas tambien tu atrapado(a)? Quizá eres un PASTOR que semanalmente instruyes tu congregación, o un hermano o hermana con algún tipo de ministerio juvenil o infantil, o solo eres un creyente en Cristo del que todo mundo piensa que tienes un testimonio intachable. No quiero que tomes estas palabras solo como un juicio contra ti, no soy alguien que disfrute descubriendo tu pecado delante de Dios, yo tambien necesito misericordia en mi vida; mas bien, quisiera que tomes estas palabras de alguien que sabe perfectamente bien que tu tambien puedes ser libre de esa TRAMPA que oprime tus pies y no te deja caminar. Mira, para el pecador que no tiene a Cristo como su Señor, es imposible salir del dominio del pecado, pero para el creyente es diferente, pecar o no pecar se convierte en una decisión, si hoy te encuentras atrapado en la adicción de la pornografia, simplemente tu decidiste pecar, es tan curioso que algunos no lo entienden bien, por ejemplo: hay creyentes que estan orando:

– Señor no permitas que siga viendo pornografía, ayúdame.

Pero esta oración, aunque lleva la buena intención de pedir ayuda, esta mal realizada, puesto que no implica ninguna decisión de parte del pecador,  es como estarle diciendo al Señor:

– Dios, quitame  la decisión de querer ver pornografía.

Y eso jamás va a ocurrir. Dios no va a retirarnos el tesoro mas supremo que nos dio cuando nos creó que es el LIBRE ALBEDRIO y por el cual nosotros tomamos las decisiones. Por tanto, dejar la adicción a la pornografía es una decisión y muy diferente sería orar así:

– Señor, ya no quiero ver mas pornografía, ayudame a vencer para permanecer firme en esta decisión.

Estoy seguro que esto a algunos les suena medio descabellado, pues piensan que estoy sugiriendo que ya no fue la obra de Dios sino tus propias fuerzas, pero nada mas alejado de eso, pues la gracia de Dios no opera cuando nos resistimos a dejar el pecado y si actua poderosamente cuando decidimos abandonar lo malo. Sin El nada podemos hacer.

Querido hermano o hermana, Pastor u obrero, ministro de jóvenes o de niños, quien quiera que tu seas y que creas que este es tu caso. Te invito a que tomes esa decisión, levantate y resplandece. Se honesto con Dios y contigo mismo y habla con El y confiesa tu pecado y apartate hoy mismo de esa TRAMPA en el nombre glorioso de Cristo Jesús.